lunes, 14 de noviembre de 2011

Premoniciones







La semana pasada resté un año a los que me quedan por vivir. Hacemos todo a la inversa, en vez de festejar un "año más de vida" nos acercamos un día más a la muerte. Al menos, usamos esa excusa para que en ese día, tanto ser humano que pueda, se acuerde de que nos quiere y nos haga lugar en este vasto mundo de seres extraños y caras poco familiares.




El sábado antes de la celebración anticipada, tuve un sueño: Un joven misterioso, me decía al oído "roll, baby roll... let it roll baby roll". El sonido era tan suave que me gustaron aquellos pequeños quejidos en mi mente. Reconocí ese aura en mi sueño; Jim Morrison havía venido a mi cabeza a decirme lo que iba a pasar.


"Keep your eyes on the road, your hands upon the wheel
Keep your eyes on the road, your hands upon the wheel
Yeah, we're goin' to the roadhouse
We're gonna have a real
Good time"



La voz me despertó ese sábado en la mañana. En la noche, recorrí el camino, o comencé a recorrerlo, de la celebración. Le dí dos lapos a mi amigo para que vuelva a la vida normal. Miércoles, recibí las doce con unos amigos a quienes quiero, el jueves comí torta de chocolate y el sábado celebré la vida de nuevo. Que tal semana! Morrison jamás se equivoca, jamás se equivocó... solo se fue muy rápido.

Al terminar el día domingo en una piscina conversando sobre la vida, entendí el mensaje, la guía.

I let it roll, baby, I did.

No hay comentarios: