miércoles, 7 de abril de 2010

Hielo, hielito.... cielo en cubitos


He puesto mi vida en manos de la prueba existente de la consolidación de la materia,
del paso del liquido al sólido, y me he vuelto adicta a eso en su misma escencia.
solamente una pizca, una sola pizca, llenan el vacío que genera 35 grados centígrados de calor durante el día.
Es imposible creer que tanto ha avanzado el hombre hasta el punto en el que: Pongo agua en algo así como un estante, espero 45 minutos con mucha paciencia, y mi estado de temperatura interna se refresca con solo un trocito... Un solo trocito! pero en un buen vaso de agua o aguajina.

No nos limitemos, señores, a decir que el hielo solo viene en cubos y sirve para el balance de la temperatura biologica interna: Viene en formas y contenidos en bolsas de un kilo de capacidad, viene mezclado en un buen curichi, viene en trocitos (lo usual), puede servir como el consuelo inmediato a una quemadura, a un chichón o cualquier otro golpe de la vida, que hay muchos de por cierto, hasta el punto de ser parte de las grandes fuentes que tambien equilibran la temperatura de un planeta, de 3/4 de agua y grandes masas de hielo.

si no hay hielo en la casa, ni luz, ni carreteras al otro lado de la esquina... siempre quedan las quebradas fresquitas! aunque yo creo, que sin trocitos de hielo aca no puedo vivir.

Ay hielo, hielito... eres mi cielo en cubitos, mi elixir diario para sobrevivir en la ciudad caliente y ruidosa. Ay hielito, que habitas en el congelador o en cualquier vasito de aguajina iquiteña, Santificado sea tu nombre!




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