Tu tren ha partido en un abrir y cerrar de ojos
El cielo y el ocaso, han visto el humo de las calderas.
Y el alud en mi rostro no evita la tragedia.
No has avisado, viniste, marcaste y partiste.
Diste vuelta y media para poner marcas en mi piel
Y dejar mi corazón sangrando como sacrificio vivo
No pude arrancarte el boleto. Solo dejar que el riel
Corra, que avance y corra, contigo en un vagón.
Cinco segundos que duran toda una vida,
La brevedad de tu existencia combinada con la mía.
O un par de minutos mas allá de la fantasía
Que acabaron en una súbita partida.
El tiempo ha corrido más rápido que tus pasos
Y ya no hay tiempo de detenerte y mirar atrás.
De mirarme y ver mis ojos tan perplejos
Y destrozados por el hastío de la realidad.
Desearía destrozar el título de este escrito.
Decir que por siempre duró tu marca
Desearía no decir todo lo que he dicho.
Y tampoco palpar lo que el corazón palpa.
El viento servirá para escribirte poemas de vez en cuando
Y abrazar al vacío cada que sea posible
La noche será util para que el frío te recuerde en vano
Porque tu memoria es objeto no perecible.
La imagen en el espejo es la antítesis del sistema,
Cuyo centro bombea sangre caliente.
Ya no hay manera de detener algo que se ha ido.
Solo tratar de ser un vasto ser viviente.
La brevedad de la existencia... la inmortalidad del recuerdo.
Fatal.